La popular frase: ‘es como pasar de la mula al avión’, podría tener un nuevo significado a partir de septiembre.
En esos días, la aerolínea Avianca recibirá el primer Boeing 787-8 Dreamliner, un avión con los más avanzados desarrollos tecnológicos, que cambiarán la forma de volar en el país.
Dinero habló con el vicepresidente de ventas de Boeing para América Latina y África, Van Rex Gallard. El alto directivo explicó que este nuevo avión es 60% más silencioso que otros aviones modernos como el A-330 y que ello permitirá que el Gobierno autorice la operación nocturna en El Dorado. Esta reducción en el ruido se logra gracias al diseño especial del fuselaje y un corte tipo zig zag en la parte externa de las turbinas.
No hay que perder de vista que la operación nocturna en El Dorado está restringida hace años debido a las molestias que genera en los habitantes de varias localidades de Bogotá vecinas de la terminal aérea. Las aerolíneas han solicitado insistentemente ampliar los horarios de operación para redistribuir los vuelos, sobre todo en temporadas altas.
La apuesta de Avianca por esta tecnología es de tal magnitud, que el propio dueño de la aerolínea, el empresario Germán Efromovich, ha estado al tanto de cada detalle del interior de la aeronave. En total, Avianca cerró la compra, con la fábrica estadounidense, de 15 aparatos de este tipo que estarán llegando en el transcurso de 2014 y 2015. Cada avión tiene un valor comercial de US$190 millones.
La estrategia de Avianca es clara: conquistar nuevos destinos y mercados. El 787-8 tiene capacidad para 242 pasajeros en tres clases: turista, negocios y primera. Rutas como Bogotá- Madrid o Bogotá – Londres, las podrá hacer esta aeronave con 20% menos de consumo, otro de los ingredientes clave en una industria en donde cada centavo cuenta.
Otras novedades
El avión 787-8 impactará al usuario con el diseño luminoso de los interiores y los espacios entre sillas. También habrá buenas noticias para las personas que pasan un mal rato con la presurización y humedad en los vuelos. Varias tecnologías permiten filtrar aún más el aire y reducir el dolor de oído por cuenta de la presión en la cabina.
Las ventanillas fueron diseñadas para que todos puedan apreciar el exterior, pero también dejar atrás la persiana al ser sustituido por un sistema electrónico que permite oscurecer el vidrio.
Otra de las ventajas de este avión Dreamliner 787-8 será la reducción de la turbulencia. Unos sensores instalados en la nariz del avión permitirán estabilizar la aeronave cuando entre en zonas nubosas o de vientos que ocasionan esa incómoda sensación. En la parte operativa también habrá cambios. Los mecánicos trabajarán con una tableta en las manos y el control será completamente digital.
En general, el avión promete ser un generador importante de recursos y ahorros para la empresa. Los pilotos ya fueron entrenados y están listos para iniciar operaciones y volver estos aviones auténticas maquinitas de hacer dinero.