Aprovechar las potencialidades de las tecnologías de la comunicación (TIC), gestionar la estacionalidad, fomentar más la colaboración público-privada, dignificar el oficio, buscar la empatía con los clientes o explotar más aún el tirón del turismo de cruceros. Fueron algunas de las claves que empresarios, gestores y profesionales pusieron ayer sobre la mesa para garantizar el futuro de un sector, el turístico, que no quiere dormirse en los laureles pese a los buenos números.
Así quedó patente durante el debate organizado por el Forum Esesa (la asociación de antiguos alumnos de esta escuela de negocios), que tuvo lugar en la sede de Turismo Andaluz y en el que se dio una visión política, empresarial y académica de la industria con las intervenciones del secretario general de la Consejería de Turismo de la Junta de Andalucía, Vicente Granados; el presidente de Aehcos (Asociación de Empresarios Hoteleros de la Costa del Sol), José Carlos Escribano; el presidente de Aehma (Asociación de Empresarios de Hostelería de Málaga), Rafael Prado; y el decano de la Facultad de Turismo de la Universidad de Málaga, Antonio Guevara.
Durante el encuentro, que estuvo moderado por la periodista de SUR Pilar Martínez y al que asistieron algo menos de un centenar de personas, se puso de manifiesto la buena salud de la que goza el turismo en la Costa del Sol tras un verano en el que las cifras han sido “espectaculares”, como reconoció el propio Vicente Granados.
“La Costa del Sol lleva 50 años siendo un referente y siempre ha detectado el futuro: las crisis y las recuperaciones. Siempre se está reinventando. Pero nuestro reto tiene que seguir siendo fidelizar al turist”,
apuntó Granados, quien reconoció que sigue habiendo un problema en cuanto a la estacionalidad, aunque se mostró “optimista” respecto al futuro.
En esta línea, el presidente de Aehcos valoró que los datos “animan a la confianza”, pero advirtió de la necesidad de “huir del triunfalismo” y de no crear una “burbuja del turismo”.
Escribano resaltó la apuesta de los empresarios hoteleros por las TIC (citando las inversiones en wi-fi, en redes sociales y en aplicaciones para móviles), pero señalando que deberán ir a más, junto con la necesidad de aprovechar las potencialidades que ofrece el aeropuerto, además de “recuperar esa empatía con el cliente que siempre ha sido nuestro sello de identidad, y que puede que se esté perdiendo un poco”.
El efecto de la crisis
Su homólogo en la asociación de empresarios hosteleros, Rafael Prado, incidió en los aspectos positivos y negativos de la crisis. “La crisis ha hecho que nos hayamos puesto a trabajar de verdad y hayamos logrado una oferta de calidad-precio extraordinaria”, expuso Prado, quien, no obstante, instó a las administraciones públicas a ayudar a las empresas que se han mantenido pese a los costes laborales, y con las dificultades de competir contra nuevos negocios que han creado un “mercado laboral paralelo” a base de contratos temporales.
Por su parte, Antonio Guevara alertó de una debilidad del sector hotelero: “Casi todo lo que se vende es a través de agencias intermediarias por Internet”, por lo que abogó por crear equipos de profesionales que trabajen en un “desarrollo tecnológico sostenible”.
Las reflexiones también surgieron durante el turno de intervenciones. Así, Antonio Pedraza, presidente de Esesa, llamó a
“romper con la estacionalidad”; José Cobo, gerente de El Pimpi, apostó por basar la oferta “
en la calidad, no en el precio”; y el consultor Carlos Canales remarcó la importancia de que Málaga se convierta en “base de las navieras de cruceros”.