Tener tiempo libre y dinero para hacer las cosas que siempre hemos querido, sin preocuparnos de las responsabilidades u horarios de trabajo, es quizá el sueño más recurrente mientras madrugamos y corremos a realizar las actividades cotidianas.
Después de haber trabajado arduamente, el retiro de la vida laboral, presenta una oportunidad para hacer las cosas que hemos aplazado, como aprender nuevas habilidades, compartir con amigos y familiares y conocer la variedad de destinos encantadores del mundo.
Viajar es una de las practicas más enriquecedoras que los adultos mayores y retirados del ámbito laboral pueden disfrutar y un lugar recomendado para hacerlo son las blancas playas de Aruba.
La isla feliz proporciona una experiencia de descanso y plenitud, no solo por su clima, variedad de oferta gastronómica y de actividades sino también por la amabilidad de sus habitantes, la calidad de sus hoteles y sus avances en cuidados de salud especiales, incluso para disfrutar de la playa.
La tranquilidad del trabajo cumplido y la disponibilidad de tiempo, le permitirán disfrutar de las épocas en donde la isla tiene baja ocupación, pero el mismo ritmo de actividades. Por lo tanto podría programar su visita a la isla feliz de mayo a junio, y entre septiembre y noviembre.
La población sénior se ha retirado de la actividad laboral, pero aún tienen mucha energía y ganas de explorar. Uno de los planes que prefieren las mujeres, es hacer yoga mientras disfrutan de un inigualable amanecer a la orilla del mar, conectándose con la naturaleza y la belleza de las playas arubianas.
Los hombres, por su parte disfrutan navegar o irse de pesca, un plan muy apreciado debido a la poca marea de las aguas de Aruba.
Después de iniciar el día con estas actividades de relajamiento, podrán prepararse para activar su adrenalina en opciones acuáticas como buceo, snorkel, snuba en mar abierto o en las piscinas de los hoteles aérobicos, water polo, bailes guiados por recreacionistas; u otras en tierra como visitas al parque Arikok, paseos en bicicleta, caballo o jeep por la isla.
Para la noche, hay otros programas que van desde visitar la capital Oranjestad y su hermosa arquitectura holandesa hasta el goce de una gran variedad de restaurantes que tienen en su menú platos típicos e internacionales. Sin olvidar el ocio en los juegos de azar, ya que la isla es conocida por su oferta de casinos y los shows de canto, danza o teatro que en ellos presenta.
Si los pasatiempos lo han dejado cansado o si sufre algún percance de salud no hay de que preocuparse ni razón para perderse las maravillas de la isla, Aruba se ha esforzado por desarrollar avances en el cuidados especiales de salud.
A través de los hoteles y algunos organizaciones del sector salud, los visitantes que lo requieran podrán acceder a sillas de ruedas, vehículos motorizados y caminadores. Así como a Mobi Chairs (sillas de ruedas con flotadores para playa y mar), Roll-a-Ramps (rampas que se enrollan), Mobi Mats (tapetes portátiles para la movilización en silla de ruedas sobre la arena), furgonetas con ascensores hidráulicos y el servicio de conductores-asistentes entrenados en salud.
La isla feliz es un destino muy querido por parejas, familias y adultos mayores, pues ofrece variedad de emociones sin dejar de lado la calidad y los cuidados necesarios. Solo se requiere buena actitud, energía y ganas de descansar, si tiene eso, Aruba lo estará esperando.
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