La falta de una lámina en un puente peatonal o una alcantarilla abierta, incluso la ausencia de una tapa de servicio público, son trampas imperceptibles para las personas con discapacidad visual. A la fecha ya son varios los casos reportados de ciudadanos que se han visto afectados por el robo de estos elementos en las calles del país.
Sin lugar a dudas este es un momento para generar conciencia en la sociedad sobre la importancia cultural que tiene el cuidar del otro, el respetar la vía y la vida de las personas con y sin discapacidad. Estamos hablando de la consideración del espacio público y de las señales de tránsito; en especial, de las áreas y los elementos que son creados para una movilidad ágil, segura y accesible.
En la actualidad, cuando hablamos de accesibilidad física hacemos referencia a la necesidad de utilizar con normalidad los espacios construidos, los bienes y servicios independientemente de la condición física, edad o habilidades de cada persona.
El Doctor Carlos Parra Dussan, director general de la entidad, quién también es una persona ciega, envió un mensaje a los colombianos con y sin discapacidad, para que a través de la empatía ayudemos a que este tipo de casos no ocurran, “todos los ciegos estamos expuestos a nuestro entorno y perder la autonomía de salir a la calle o hacerlo con miedo, sólo hace que retrocedamos como sociedad y en nuestros derechos como ciudadanos”.
Así mismo hizo un llamado a las autoridades competentes, para que en su máxima labor se realice el mantenimiento a estos lugares y se lleve a cabo la señalización adecuada, evitando que este tipo de accidentes vuelvan a ocurrir.
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