En momentos en que la paz es todavía brumosa en Colombia, esta película ofrece una visión distinta a los relatos ya conocidos de la guerra, dando lugar a voces que han permanecido en el anonimato.
Por más de 50 años, en las montañas de Colombia se ha escrito una historia en la que la guerra ha sido el común denominador y la paz, un deseo inconcluso. Este escenario es el que recoge La niebla de la paz, una película documental que llega a las salas de cine independiente de Bogotá, Medellín y Cali desde febrero de 2023.
La película dirigida por Joel Stängle y producida por Carolina Campos, quienes convivieron en los campamentos de los Farc-EP durante varios meses, es una invitación a retomar el diálogo público sobre los retos, las dificultades y las ilusiones de quienes firmaron la paz y ahora intentan reincorporarse a la vida civil e insistir en futuros posibles, a pesar de la persistencia de la violencia, las dificultades económicas y los acuerdos incumplidos.
El relato evidencia las dificultades del proceso de paz, la vida de hombres y mujeres en los campamentos de las Farc- EP y los retos de la reincorporación a la vida civil. De fondo se busca una caleta escondida en las montañas que guarda un archivo audiovisual que podría atizar la guerra o ayudar a sanar un pasado violento.
El documental narra la historia de Teófilo y Boris, el primero escribe las memorias de hombres y mujeres en un campamento guerrillero. Mientras tanto, Boris filma las negociaciones de paz entre comandantes de las Farc-EP y el gobierno colombiano. De cara a este momento histórico y a la búsqueda de salidas negociadas al conflicto, cada uno aporta su voz y sus visiones sobre la guerra y la paz en un momento fundamental para la historia reciente del país.
La película, distribuida por Briosa Films, llega justo en el momento en que el gobierno nacional vuelve a buscar la oportunidad de un nuevo proceso de paz con una guerrilla y permite reflexionar sobre los errores y aciertos frente al proceso anterior.
La película en las regiones
La película se estrena el 23 de febrero en la Cinemateca de Bogotá y a partir de ese momento comienza su recorrido por salas independientes en Cali, Medellín y Barranquilla. Así mismo, tendrá funciones especiales en Viotá (Cundinamarca) y Popayán (Cauca). Esta será la oportunidad de que excombatientes y víctimas del conflicto armado vean el documental por primera vez.
Además, la campaña de impacto del documental se centra en visibilizar marcas de proyectos productivos como La Trocha, la Miel de la Montaña, Café El Cardenal y Achiras de Paz, que durante los meses de febrero y marzo circulan con ediciones especiales de sus productos en los que se invita a ver la película.
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