Colombia tiene uno de los mejores y más reconocidos fotógrafos de bodas a nivel internacional: Andrés Torres.
Cada boda es una celebración única, un evento cargado de emociones y significados que marcan el inicio de una nueva vida en común. Más allá de la ceremonia, los votos y la fiesta, la fotografía de bodas se ha consolidado como una forma de preservar esos momentos irrepetibles para siempre. Este arte, que combina técnica y sensibilidad, va más allá de simplemente capturar imágenes: documenta una historia que se contará y revivirá una y otra vez.
Andrés Torres, el reconocido fotógrafo internacional, se ha convertido en una de las figuras más influyentes en el mundo de la fotografía de bodas. Sus inicios se remontan a los 15 años porque era un apasionado que terminó trabajando en un taller de fotografía; a los 18 años con una cámara Pentax K100 y varios rollos de 36 exposiciones cubrió su primera boda, a partir de ahí ya son más de 20 años con una trayectoria respaldada por numerosos premios a nivel mundial. Torres ha perfeccionado una técnica que destaca por su manejo excepcional de los detalles, la luz y los desenfoques, redefiniendo cómo se capturan los momentos más memorables en una boda e insiste en que no le gustan las fotos cliché y que por ello siempre busca fotos creativas y personalizadas.
En cada foto, los protagonistas no son solo los novios, sino también las emociones que los rodean: las miradas cómplices, los abrazos emocionados, las lágrimas de felicidad. Para Andrés Torres, destacado fotógrafo de bodas con más de 24 años de experiencia, "cada imagen debe reflejar el vínculo único entre los protagonistas, y al mismo tiempo, contar una historia cargada de verdad, emociones y espontaneidad".
Para 2024, Torres ha diseñado una visión única que integra las últimas tendencias en fotografía nupcial. Su enfoque no solo documenta los momentos esenciales, sino que transforma cada imagen en una obra de arte, cuidando cada aspecto técnico con una precisión que lo diferencia en el competitivo mundo de la fotografía de bodas con una mezcla de estilos contemporáneos y técnicas vanguardistas, Torres logra capturar la esencia de cada pareja, creando imágenes llenas de vida y emoción. Este año, apuesta por el uso estratégico del desenfoque, lo que permite centrar la atención en los aspectos más íntimos de cada ceremonia. Además, su control experto de la luz, tanto natural como artificial, añade una atmósfera cinematográfica que eleva cada toma a otro nivel.
Una mirada al futuro de la fotografía de bodas
Binario, el Workshop de fotografía de bodas fundado por Torres, ha sido una plataforma clave para capacitar a fotógrafos de todo el mundo, permitiéndoles perfeccionar sus habilidades y llevar la fotografía de bodas a un nivel más artístico y documental. Según Torres, "la formación en aspectos como la iluminación, la dirección de parejas y las estrategias de mercadeo es esencial para que los fotógrafos puedan ofrecer un trabajo de alta calidad que capture no sólo imágenes, sino emociones", a la vez que apoya la especialización de muchos fotógrafos, y con ello, mejora la calidad de vida de muchas familias.
En la era de la tecnología, las herramientas de postproducción y las cámaras de última generación han permitido que los fotógrafos puedan crear imágenes más impactantes y emotivas. Sin embargo, lo esencial sigue siendo el ojo entrenado que sabe cuándo y cómo capturar ese momento perfecto.
"La fotografía de bodas es más que un simple registro visual. Es un documento emocional que queda como legado para las familias, una ventana a los sentimientos y las experiencias que marcaron ese día tan especial", concluye Torres.
Torres se define como un “damo de honor” más de la corte, que está al tanto de las novias para hacerlas felices en ese día tan especial, “somos documentalistas con la responsabilidad para atesorar esos momentos para siempre” finaliza.
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