Lo más interesante de esta es que se pueden vivir días increíbles sobre el dosel de la selva, con vista al Océano Pacífico. El Boeing 727, que operaba vuelos de Avianca, fue transformado en una casa de árbol de dos dormitorios y tiene como telón de fondo el Parque Nacional Manuel Antonio, uno de los más bellos de Costa Rica.
El avión de 1965 transportó en su momento a pasajeros desde y hacia Costa Rica para las aerolíneas Avianca y South African Airways. Después de su retiro, quedó en en el Aeropuerto Internacional de San José, donde sirvió como instalación de pruebas y entrenamiento para bomberos.
¿Pero cómo llegó este avión a posarse sobre la selva? Según Faith Mulvihill, administrador de la propiedad, después de extraer unos 40,000 remaches, el Boeing 727 se dividió en grandes piezas y se transportó en 5 camiones de 18 ruedas en un recorrido de 160 kilómetros hasta Manuel Antonio, donde posteriormente una grúa de 90 toneladas puso el 727 en una plataforma hecha a la medida a 15 metros de altura, para que éste tenga las mejores vistas del Océano Pacífico y el Parque Nacional Manuel Antonio.
Los huéspedes no duermen en los asientos corrientes del avión, ni siquiera en los de primera. Tampoco encontrarán pasillos angostos, pequeños compartimentos o baños diminutos. La propiedad es un fresco bungaló, una suite inspirada en la selva con paneles y muebles en madera.
Al subir las escaleras hacia este 727 enfrentará la sensación de entrar a un avión Boeing, pero una vez atraviese su puerta, en su interior hallará un cómodo hospedaje frente a las playas de América Central. La suite cuenta con dos balcones al aire libre que sobresalen de las alas y tienen vista hacia la jungla y las playas del parque Manuel Antonio, dos habitaciones con un total de tres camas queen, un televisor de pantalla plana y una cocina completamente equipada.
Adicional a la suite, este avión se encuentra contiguo al Hotel Costa Verde, que da acceso a sus tres piscinas; una de ellas con bar, cuatro restaurantes, servicio de aseo conserjería y guía turístico. Además, en el Parque Nacional Manuel Antonio, tienes acceso a práctica de surf, pesca de primer nivel, canopy, senderos para caminatas y cascadas. Sí, es todo un paraíso.
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