La vena safena es la causa principal de las varices y por ello, durante años se extirpó. El problema es que a la mayoría de pacientes se les extrae cuando tienen 40 años, pero es después de los 60 que eventualmente una persona puede presentar eventos cardiovasculares y en esos casos la vena safena les puede salvar la vida porque es el mejor sustituto para hacer un puente arterial.
En el contexto de la salud vascular, las varices son un problema común que afecta a millones de personas en todo el mundo. Estas dilataciones de las venas pueden generar molestias, dolor y preocupación en quienes las padecen. El doctor Alberto Muñoz Hoyos, reconocido especialista en el campo de la cirugía vascular y endovascular y director clínico de la Clínica Vascular de Bogotá, resalta la importancia de considerar la preservación de la vena safena como una alternativa de tratamiento efectiva para las varices.
Según datos proporcionados por la Organización Mundial de la Salud (OMS), aproximadamente el 25% de la población mundial sufre de varices en algún momento de su vida. Esta condición no solo afecta la calidad de vida de las personas, sino que también puede llevar a complicaciones graves, como úlceras venosas o trombosis.
El doctor Muñoz Hoyos, basado en estudios serios y casos clínicos de su trayectoria de casi 40 años de carrera, enfatiza que la preservación de la vena safena mediante técnicas conservadoras puede brindar resultados altamente satisfactorios en el tratamiento de las varices. La vena safena, una de las principales venas del sistema venoso superficial de las piernas, ha sido históricamente extirpada en las cirugías de varices. Sin embargo, estudios recientes han demostrado que preservar la vena safena puede ser beneficioso para los pacientes.
Según Muñoz Hoyos la vena safena es la causa principal de las varices y por ello, el tratamiento principal durante años fue su extracción. Más recientemente, empezaron nuevas técnicas para secarla con calor o medicamentos. En los dos casos, los resultados son satisfactorios. El problema radica, según el experto, en que a la mayoría de pacientes que se les extrae o seca esa vena tienen en promedio edades entre 30 y 50 años; no obstante, es después de los 60 años que eventualmente esas personas pueden presentar eventos cardiovasculares en los que los médicos pueden requerir esa vena para evitar una amputación en problemas de arterias, o incluso, salvar la vida en casos de infartos cardíacos, por lo que se debería reconsiderar esa opción de tratamiento, y en su lugar, se debe tratar de preservarla. “En esos casos es el mejor sustituto para hacer un puente arterial en las piernas o un bypass en el corazón. Tener disponible esa vena en caso de ser requerida, me ha llevado a estudiar a profundidad, conocer estudios y técnicas para el salvamento de la vena safena y liderar en nuestro grupo de médicos esa opción terapéutica desde hace ya unos cinco años”, enfatiza el doctor Hoyos Muñoz.
El cirujano vascular Muñoz ha trabajado incansablemente por salvar las extremidades desde hace más de 30 años a los pacientes con amenaza de perder una pierna por diabetes o arteriosclerosis, utilizando la vena safena. Esto lo llevó a estudiar varios métodos, uno de ellos es la estrategia CHIVA, descrita por el Dr Claude Francheschi en Francia. El Dr. Muñoz mostró evidencia sobre este método en un reciente Congreso de Cirugía Vascular Colombiano, realizado en Medellín, donde expuso “73 pacientes evaluados y operados en el año 2019 con óptimos resultados en su recuperación”.
Además, explica que desde 1986 en Bogotá, el profesor Bernardo Tirado Plata, uno de los pioneros de la cirugía vascular en Colombia, había demostrado que sacar la safena no era necesario en todos los casos, “sobre todo le quita la posibilidad de usarla en cirugías posteriores para tratar problemas cardiovasculares o relacionados con enfermedades crónicas, como la diabetes o la hipertensión, en donde la vena es un conducto muy importante para la revascularización cardíaca, entre otras”.
Adicionalmente, con esa opción terapéutica también se logra tratar eficientemente las varices, minimizando las complicaciones postoperatorias y acelerando la recuperación del paciente.
La Clínica Vascular de Bogotá, bajo la dirección del doctor Muñoz, ha adoptado esta perspectiva avanzada en el tratamiento de las varices, obteniendo resultados altamente satisfactorios y mejorando la calidad de vida de los pacientes. La institución se ha destacado por su enfoque innovador en la cirugía vascular y el compromiso con la salud vascular de la población.
Con la preservación de la vena safena como una alternativa de tratamiento respaldada por investigaciones en Francia, España e Italia y actualmente utilizada por la Clínica Vascular de Bogotá, los pacientes con varices tienen disponible una opción efectiva y menos invasiva para abordar este problema de salud vascular tan común. Si bien las varices pueden afectar a un gran número de personas, con el enfoque adecuado y el apoyo de expertos como el Dr. Alberto Muñoz, se pueden lograr resultados prometedores en la lucha contra esta condición.
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