El período vacacional es una época idónea para la atención odontológica de la familia, especialmente porque durante los meses hábiles laboralmente, las jornadas académicas, de trabajo y el exceso de actividades en la vida cotidiana a veces complican las visitas odontológicas. Por ello, es bueno invertir tiempo provechoso para la salud oral de la familia.
Y es que hoy, como nunca antes, la gente dispone de diversas opciones para mejorar sus dientes, desde alimentación sana, higiene oral hasta sofisticados procedimientos. En el caso de la rehabilitación odontológica, es ideal aprovechar las vacaciones para realizar procedimientos de esta índole. Por fortuna, las técnicas odontológicas apoyadas en la alta tecnología y materiales de primer nivel hacen posible estos procedimientos. Al respecto, Angélica Melo Suescún, odontóloga especialista en rehabilitación oral comparte diez recomendaciones para aprovechar las vacaciones en el cuidado de la salud oral:
1. Profilaxis o limpieza dental, para que los dientes estén libres de placa bacteriana y sarro.
2. Enjuagar el cepillo después del uso y almacenarlo de forma higiénica. Luego de usarlo se debe enjuagar con abundante agua y guárdalo siempre en posición vertical con las cerdas hacia arriba. No permitir que los cepillos tengan contacto entre sí. Cambiar de cepillo dental cada tres meses.
3. El hilo dental es fundamental. Es de uso diario porque las bacterias que causan las caries pueden vivir entre los dientes, lugares donde las cerdas de los cepillos no llegan.
3. La dieta sí importa. Evitar el azúcar, la comida chatarra, las golosinas y las gaseosas. Lo recomendable es consumir abundante agua, frutas y verduras.
4. Visitar al odontólogo periódicamente para descartar enfermedades orales y para corregir a tiempo posibles traumatismos.
5. Visitar al rehabilitador oral para atención especializada que requiere diagnósticos precisos y tiempo en el tratamiento.
6. Realizar mínimo una radiografía de diagnóstico para revisar el estado general de la boca.
7. Cambiar las piezas metálicas que hay en la boca que no son ni estéticas ni recomendables.
8. Prótesis Removibles: Este tipo de prótesis se pueden quitar de la boca. Según el caso, tienen una base o estructura (acrílica o metálica) en la cual se acondicionan unos ganchos o aditamentos que sostienen la prótesis. Los dientes pueden ser elaborados en acrílico o porcelana.
9. Prótesis Fijas: Como su nombre lo indica, se sujetan a los dientes restantes en la boca u implantes.
10. Prótesis Totales: Se utilizan cuando no existen dientes en los maxilares y se elaboran a partir de acrílico de termocurado. Es fundamental primero acondicionar los tejidos que reciben estas prótesis para que su adaptación sea mejor cuando no hay suficiente hueso. También es necesario realizar en primer lugar algún tipo de cirugía reconstructora o fijar implantes para que la retención de la prótesis sea mejor.
¡Y recuerde que sus dientes también merecen las mejores vacaciones!