Es el sueño del barranquillero Rafael Vieira, quien desde niño ha sido un apasionado de los animales y especialmente de las aves, tanto así que en su casa de las Islas del Rosario les creó el hábitat para que vivieran allí. El lugar se convirtió en visita obligada de quienes hacen turismo en la zona, no solo por la variedad de aves sino porque Vieira quiere se conozca más de este tema.
Vieira repetirá la experiencia que vivió hace más de 30 años cuando dio comienzo al famoso oceanario de las Islas del Rosario que comenzó con los animales que tenía en su propia Isla y que hoy es uno de los lugares más visitados de Colombia. Así, gran parte del aviario que trasladó a Barú promete ser el centro de investigación de aves y conservación número uno de Colombia y uno de los más importantes de América Latina, más allá de convertirse en un lugar ecoturístico.
El plan de acción del Aviario se basa principalmente en el rol que desempeñará cada especie o individuo en el lugar, así como su papel en la biodiversidad de nuestro país teniendo en cuenta su estatus o situación de peligro de extinción, las áreas geográficas de distribución y los diferentes tipos de ecosistemas en donde habitan.
Para lograr lo anterior, se establecieron cinco roles o categorías de las áreas: exhibición, educación, interacción, conservación e investigación. Prevalecerán las especies nativas y las que se encuentran bajo algún riesgo o amenaza de extinción.
Esto es quizás el gran valor y aporte del Aviario porque dentro de las finalidades del lugar está trabajar en la reproducción para luego liberar, pues las condiciones están dadas. Con sus propias manos, y el apoyo de amigos y trabajadores, el lote de siete hectáreas pasó de ser un área inhóspita a tener las zonas de vida más comunes de las especies colombianas: selva; litorales y manglares; y desierto, además de un área exótica que incluye especies de otras partes del mundo.
De esta forma, en la primera etapa, las aves serán exhibidas inmersas en una representación de su hábitat natural, lo que garantiza su bienestar y que se refleja en los apareamientos y reproducción que ya se están dando en el Aviario.
En el recorrido de la primera fase hay 21 exhibiciones divididas en grandes aviarios de inmersión, aviarios radiales, exhibiciones, ciénagas y lagos que están inmersos en varios ambientes paisajísticos vegetales e hídricos que representan zonas de vida tropicales, litorales y desérticas, entre otras.
El Aviario está diseñado para que los visitantes lo recorran de manera unidireccional siguiendo el sendero delimitado y que conecta cada una de las exhibiciones.
El tiempo total estimado para este recorrido es aproximadamente de dos horas y media a paso muy suave entre exhibiciones, presentación Aves al Vuelo cuya programación se tiene prevista todos los días, y para compras y alimentación.
De dónde salen los animales
Además de las aves que se trasladaron de la casa de Vieira, los animales vendrán de autoridades ambientales del país, de otros zoológicos, de decomisos que realizan las autoridades competentes y de centros de rehabilitación.
Los animales serán apreciados a través de cinco tipos de exhibición:
grandes aviarios de inmersión (el público atraviesa construcciones de malla de grandes dimensiones y se mezclan con los animales)
laterales (localizados a los lados de los senderos donde están grupos o especies de aves que no se pueden mezclar con otras o dispuestas en el mismo ambiente del público)
encierros abiertos (localizados a los lados de los senderos y que tienen sistemas de contención de foso escondido y baranda para el público, donde estarán aves que no vuelan)
El Aviario hace un aporte a Colombia y al mundo, al crear un lugar donde se podrán conocer aves y, lo más importante, conservarlas, reproducirlas y más adelante contribuir a repoblar nuestro país.
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